martes, 15 de enero de 2008

Debil, la entrada Anti Tabaco

Ante la entrada en vigor de la Ley de Protección a los No Fumadores, algunos restau-ranteros aseguran no haber tomado medida alguna hasta el momento para modificar la situación de los espacios designados a fumadores y no fumadores.
En algunas cafeterías, la separación ya existía desde antes que se dispusiera legalmente. Para Guillermo Navarro, encargado de una cafetería, tener un espacio abierto para fumadores es suficiente, pues afirma no tener ninguna queja hasta ahora, pese a que la ley contempla otras situaciones como la restricción de paso a un menor de edad al área de fumadores, aún en compañía de un adulto.
La razón es que quienes atienden estos giros aún no saben cuándo se aplicarán sanciones por violar la ley. En otros lugares no se han tomado las medidas necesarias para cumplir la ley, “ni es posible porque muchas veces, aunque no queramos, la gente fuma y el humo anda por todo el espacio incluso en las áreas de no fumar”, afirma Daniel Hurtado, mesero, quien además dice que en el establecimiento donde trabaja no sería posible hacer cambios porque el espacio no está dividido por salas.
Algunos encargados de restaurantes dicen que aun cuando saben de las disposiciones de esta ley, no han realizado un acondicionamiento adecuado para apegarse a ciertas restricciones previstas en la norma. “En nuestro caso lo ideal es colocar cristales entre las secciones de donde fuman y donde no, pero no lo hemos hecho, en caso de que así sea nos tomaría como una semana y sería una inversión como de 10 mil pesos”, expresa Luis Daniel Santos, encargado de un restaurante de Paseo de la Reforma.
Propuestas alternas
Ricardo Elliot, propietario de una cafetería en el Centro Histórico, señala que en caso de que se le exigieran las separaciones, no haría ningún cambio en su negocio. “Lo único que haría es mandar a los que fuman para afuera, pero no lo he hecho porque esa ley se me hace una tarugada”.
Sin embargo, quienes tendrán que asumir finalmente dichas medidas son los consumidores de cigarros; entre ellos, las opiniones son variadas pero ante la aplicación de ciertas prohibiciones, la mayoría coincide con que se tienen que apegar al respeto de quienes no fuman.
“Me parece una medida justa pues no porque muchos fumemos, los demás se tengan que aguantar y respirar el humo del cigarro, ante todo hay que respetar la salud de los demás”, afirma Patricia González, fumadora.
Aún hay quienes no evitan sentirse discriminados, tal es el caso de Juan Barush, “yo como fumador no estoy de acuerdo con esta ley porque como que no va que llegues a un lugar y te saquen sólo por fumar”.

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