Legisladores de PRI, PRD y Convergencia alertaron sobre el riesgo de un “estallido social” en el campo, si el gobierno federal se niega a atender los reclamos del sector y a revisar el capítulo agropecuario del TLCAN, que a partir de este año permite la libre importación de maíz, frijol, azúcar de caña y leche en polvo de Estados Unidos y Canadá.
El priista César Duarte, coordinador de la bancada de la Confederación Nacional Campesina en la Cámara de Diputados, auguró: “No sólo un estallido social, sino una verdadera rebelión contra el desinterés y el desdén a los que ha sido sometido el campo”.
Pidió por ello al gobierno de Felipe Calderón revisar el capítulo agropecuario del acuerdo comercial, así como expedir ya las reglas de operación para apoyar a los productores mexicanos y darles la posibilidad de competir.
Al respecto, la perredista Susana Monreal alertó sobre el riesgo de que las movilizaciones campesinas se extiendan a las carreteras y los aeropuertos de todo el país, ante la indiferencia del gobierno.
José Manuel del Río, vicecoordinador económico de Convergencia en San Lázaro, llamó a su vez al gobierno a pronunciarse por la renegociación del acuerdo.
“Que no le dé la espalda a los campesinos que se verán afectados por la apertura comercial”. Y advirtió: “Se renegocia el acuerdo o el campo se puede incendiar”.
Al respecto, los senadores Heladio Ramírez y Carlos Jiménez Macías confirmaron que el PRI planteó que se revise el TLCAN a través de la reforma del Estado, con miras a una renegociación del capítulo agropecuario.
Ramírez precisó que el tema de la revisión se incluyó en la reforma del Estado porque ha sido una demanda del sector agropecuario.
Informó que una vez que se revisen las implicaciones que ha tenido, el PRI impulsará que se firme un acuerdo paralelo.
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